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Viajar a Bulgaria es visitar una joya en la Península de los Balcanes. Cuenta con las mejores montañas de Europa del Este y mucha, mucha historia. Su capital, Sofia es una de las ciudades más antiguas de Europa.
Un país que te obliga a meter en la maleta un poco de todo. Necesitarás zapatillas de trekking para recorrer sus muchos parques naturales, plagados de lagos, montañas y antiguos monasterios. Para la noche, ponte tus mejores galas y sal a disfrutar de su vida nocturna. Tras esto ponte el bañador y disfruta de sus magníficas playas del Mar Negro. Bulgaria es todo esto y mucho más.
Desde enormes iglesias con cúpulas doradas hasta iconos en miniatura. El arte religioso del país es sencillamente impresionante, muchas de estas iglesias están situadas entre acantilados, arroyos y desfiladeros. Un paisaje abrumador.
La naturaleza paisajística acelera el pulso de los senderistas y ciclistas de montaña. Cordilleras, lagos glaciares y bosques habitados por lobos, osos y linces. Este país tiene mucho que ofrecer a los amantes de la naturaleza.
Pero también tiene mucho que ofrecer para aquellos viajeros que gustan de visitar la arquitectura más antigua de Europa. Bulgaria cuenta con fortalezas y ruinas históricas perfectamente conservadas. Algunas cuevas acogen vestigios de asentamientos prehistóricos, mientras que el pueblo “tracio” dejó grandes tesoros arqueológicos, los romanos construyeron impresionantes ciudades. Un pasado que aún está muy presente.
Un viaje de encantadora mezcla de naturaleza e historia que asegura aventuras inolvidables.
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VIAJAR A BULGARIA | QUE VER Y HACER
Sofía
Una de las capitales más antiguas de Europa. En el mismo lugar donde hoy se levanta la actual Sofía, los tracios establecieron un asentamiento en el siglo VIII a. C. La ciudad cuenta con algunas importantes iglesias y catedrales ortodoxas.
Para disfrutar de Sofía al aire libre, no hay mejor lugar que el Parque Borisova Gradina. La noche de Sofía no tiene desperdicio. Una ciudad que tiene un poco de todo.
Mar Negro
Aquí encontraremos encantadores pueblos costeros sobre pequeñas calas de arena, mientras que las ciudades de Varna y Burgas disfrutan de largas playas urbanas y no muy abarrotadas. Para soledad, nada como las playas más remotas de los extremos norte y sur.
En Burgas está la popular playa de Sunny Beach. Hay mucho que hacer durante el día, pero la noche es la que se lleva la palma, con multitud de bares y fiestas organizadas. En Varna, además de la playa, puedes realizar alguna visita cultural a lugares como el Monasterio de Aladzha, excavado en la roca, o el Museo Arqueológico de Varna.
Existen muchas playas tranquilas y aisladas, destacan las de Kara Dere y Borata. En estas playas podrás dormir en una tienda de campaña bajo un manto de estrellas.
Montañas de Rila
Son las más altas de todo los Balcanes. El vocablo tracio “Rila”, significa “montaña bien regada”, aquí encontraremos lagos glaciares así y caudalosos y rápidos ríos, como el Maritsa, el Iskar y el Mesta. Unas montañas ideales para practicar trekking entre lagos, ríos, bosques y montañas.
Monasterio de Rila
Declarado Patrimonio de la Humanidad. Un precioso monasterio con más de 1000 años de actividad. Cuando admiras el monasterio desde el exterior parece más una fortaleza que un lugar de culto. Es el tesoro espiritual más destacado de Bulgaria.
Veliko Tarnovo
Una ciudad situada a orillas del río Yantra y coronada por la Fortaleza de Tsaverets. En esta fortaleza encontramos 400 casas, 18 iglesias, el Palacio real, la roca de las ejecuciones entre otras. Por la noche disfrutarás de un espectáculo de luz y sonido que convierte el lugar en algo casi futurista.
Esta ciudad con monumentos soviéticos, calles adoquinadas y tiendas de artesanía brinda un viaje al pasado del país, fue fundada en el 3000 a.C. Como sede de la segunda universidad del país, disfruta de una animada vida nocturna. Esta ciudad es una buena base para excursionistas, de ciclismo de montaña y para salidas al Cañón de Emen.
Gastronomía de Bulgaria
La gastronomía búlgara es conocida por sus verduras, por unos productos lácteos de calidad, además de su variedad de especias suaves. La carne de cerdo y el pollo son las carnes más comunes en los platos, aunque el pescado y ternera platos son también muy populares. Eso sí, el cordero tiene un lugar especial en la cocina tradicional búlgara.
Los platos más típicos son: Banitsa, una pieza de pastelería rellena de queso feta o de otros rellenos. Kebapche, especie de perrito caliente de carne. Salata shopska, ensalada de tomates, pepinos, cebollas y pimientos, queso rallado y perejil. Musaka, sin berenjena, pero con patatas, carne picada y bañadas en yogurt búlgaro. Shkembe Chorba, sopa de callos con vinagre, aceite, sal y pimienta. Tarator, sopa de yogurt a base de pepinos, ajo y nueces.
Tumbas Tracias
El Valle de los Reyes Tracios, entre Shipka y Kazanlak, está salpicado de tumbas reales, y cada año se descubren más. Una de las mejores conservadas es la de Sveshtari, declarada Patrimonio Mundial, que data del 300 a.C. y cuenta con encantadores relieves y obras de arte en sus tres cámaras, incluidas 10 elegantes figuras femeninas.
Cordillera Stara Planina
Esta cordillera tiene muchas posibilidades para el trekking. Se pueden dar paseos por los prados de Dryanovo o hasta monasterios como el de Sokolski, o bien realizar la exigente ascensión al Monte Botev. Tendrás la oportunidad de hacer excursiones de varios días y alojarse en Hizhas (refugios).
La parte central es la más visitada y con los picos más altos, aquí se encuentra el P.N. de los Balcanes Centrales. En total, hay unas 80 cabañas y refugios, conectadas entre sí por senderos. La ruta senderista más espectacular es la de Kom a Emine. Son 650-700 km que se pueden realizar en unas 20 – 25 días. Durante la ruta pasarás por más de 100 picos, pudiendo elegir ascenderlos o rodearlos. Hay muchos tramos de cornisas que te ofrecerán las vistas más espectaculares que ver en Bulgaria. Si prefieres aventuras más cortas, encontrarás decenas de rutas más apropiadas.
Plovdiv
Esta es la ciudad europea más antigua que ha estado habitada ininterrumpidamente. Cuenta con un precioso casco antiguo, un barrio de artistas y una ajetreada vida nocturna. En el centro hay edificios antiguos y una calle comercial que pasa por delante de un Teatro Romano del s. II aún en activo y una mezquita del s. XV.
Melnik
Este pequeño pueblo escondido en un valle de las Montañas de Pirín es digno de ver. Aquí encontramos 90 edificios que han sido declarados monumentos culturales y el conjunto del pueblo está considerado como una reserva arquitectónica.
Pero no hay mejor escultora que la Madre Naturaleza. Con el paso de los siglos y gracias a la fuerza de la erosión, ha creado un paisaje de ensueño en forma de montañas de arenisca que parecen pirámides, algunas hasta de 100 m de altura.
Belogradchik
Una pequeña ciudad con apenas 6000 habitantes y que, en el año 2008, la Comisión Europea la designó como uno de los 20 mejores destinos de turismo. Además, fue incluida en la votación para la elección de las 7 Nuevas Maravillas del Mundo.
En el siglo XIV el zar búlgaro Vidin Ivan Stratsimir amplió una anterior fortificación romana para dar lugar a la famosa fortaleza de Belogradchik. Este monumento creado por el hombre rivaliza en importancia y belleza con el otro más importante del lugar: las Rocas de Belogradchik. Además, el fuerte está perfectamente integrado en el paisaje de las rocas.
Información práctica de Bulgaria
CLIMA
En verano las temperaturas son altas y con días soleados. La primavera cuenta con un clima templado. En otoño las temperaturas bajan rápidamente. El invierno suele estar nevado en gran parte del país.
DINERO
La moneda oficial es el Lev (BGN).
Cajeros y tarjetas de crédito.
Hay muchos cajeros en todas las poblaciones grandes que aceptan las principales tarjetas de crédito.
Las tarjetas de crédito suelen aceptarse en hoteles, restaurantes y tiendas de grandes poblaciones, pero en zonas más rurales su uso no es tan generalizado. Se aconseja recurrir a ellas solo para sacar dinero del banco y para grandes compras.
Cambio de moneda. Hay oficinas de cambio en todas las grandes poblaciones y los tipos se anuncian claramente. Conviene evitar las oficinas de cambio de estaciones de trenes, aeropuertos o centros vacacionales, pues los tipos suelen ser más bajos.
Al cambiar una divisa, hay que asegurarse de que los billetes en moneda extranjera no estén rasgados, marcados o sucios, ya que podrían ser rechazados; lo mismo se aplica al recibir billetes búlgaros. Las mejores monedas para ir a Bulgaria son el euro y el dólar estadounidense.
También es fácil cambiar efectivo en casi todos los bancos principales de grandes pueblos y ciudades. Los tipos de cambio de los bancos suelen ser ligeramente superiores a los de las oficinas de cambio, pero podrían aplicar alguna comisión.
IDIOMA
El búlgaro es el idioma oficial. El inglés es muy infrecuente y, por supuesto, el español tampoco será de gran ayuda en un viaje a Bulgaria.
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